Había muchas dudas en la previa del partido, pero contra todo pronóstico, Atlético Tucumán salió a jugar el partido como lo supo hacer hace unos meses atrás. Anoche volvió a ser ese protagonista que apareció en varios tramos del torneo, algo que no pudo sostenerlo en el tiempo.
Las derrotas en fila contra Tigre y Riestra le tocaron el orgullo a Facundo Sava y su equipo. “Estoy bien, firme. Los muchachos me responden y eso es algo que me deja muy tranquilo”, había dicho Sava durante la semana. Y con ese mismo convencimiento que mostró el DT, sus pupilos salieron al campo de juego dispuestos a pasar por encima a un rival que vino a Tucumán con la cabeza en el partido de vuelta contra Cruzeiro por las “semis” de la Copa Sudamericana.
Desde la actitud, el “Decano” comenzó ganando el partido, con recuperaciones altas y jugando prácticamente los 45 minutos en terreno ajeno. En el primer cuarto de hora del partido ya había generado cuatro situaciones muy claras de gol. La más clara fue de Mateo Coronel.
Entre Juan Infante y Mateo Bajamich surcaron el carril izquierdo, pero el “37” definió afuera desde casi dentro del área chica y el “gooooouuuuuhhh” se escuchó bien fuerte en el Monumental.
Bajamich y Marcelo Estigarribia también tuvieron sus chances, pero por Alan Aguerre y por las definiciones imprecisas el 0-0 no se movía.
Atlético lo buscó por izquierda y por derecha. Infante y Moises Brandán jugaban casi de extremos; por eso el equipo era ancho. Lanús en ningún momento pudo conectar dos pases seguidos. Tal es así que Aguerre cada vez que tenía que sacar desde el arco se tomaba todo su tiempo. Tanto cuando el partido iba 0-0, como cuando ya estaba 1-0. Allí Pablo Echavarría no estuvo tan estricto con el arquero visitante, como sí lo estuvo con los alcanzapelotas en el complemento.
Que el gol haya sido un tiro desde afuera del área fue una injusticia para el partido que estaba haciendo Atlético. Estéticamente el de Coronel fue un golazo, que agarró de primera una pelota que había rebotado en los dos zagueros. El “Decano” tuvo opciones para culminar en gol, tras el buen juego asociado. Valió uno, igual. El gol a los 26’ de la primera etapa aplacó la ansiedad, pero duró poco. Atlético continuó jugando bien, pero despilfarrando cada situación.
En el segundo tiempo Ricardo Zielinski, con dos modificaciones, acomodó mejor a su equipo. Los ingresos de Felipe Peña Biafore y Juan Cáceres le dio otra estabilidad al equipo y Lanús manejó la pelota con criterio aunque sin profundidad, a la larga Tomás Durso se convirtió en un espectador privilegiado de la vuelta a la victoria “albiceleste”.
El “Decano”, bien abroquelado en el fondo, apostó a los contragolpes y la jugada le salió bien a medias, porque a partir de los 25’ del complemento dio la sensación que el segundo gol estaba al caer, pero no.
A este Atlético le cuesta muchísimo convertir, tanto así que ni desde los 12 pasos pudo ampliar el marcador. Coronel ejecutó un anunciado penal y Aguerre lo adivinó y se lo atajó. Iban 31 minutos y la historia merecía largamente estar liquidada.
Los hinchas tuvieron que sufrir para volver a festejar un triunfo. Fueron 56 largos días, casi dos meses, sin victorias. Aquel primer día de septiembre el resultado también había sido 1-0, ante Racing, cuando el “Decano” era uno de los animadores del torneo.
Este 1-0 tiene otras sensaciones, de liberación y de resurrección. De eso se tendrá que agarrar Sava. Su equipo mejoró respecto a los partidos anteriores, sobre todo en lo defensivo. Esta vez no hubo errores de mitad de cancha hacia atrás, pero deberá afinar la puntería en el ataque, para no terminar sufriendo como anoche, que pese a que Lanús no pateó al arco, hubo varios hinchas que terminaron con el corazón en la mano.